Esta pequeña ciudad del Estado de Amazonas está colgada a la orilla del río Juruá, afluente del Solimôes. Es la ciudad más importante en una amplia región de unos 300 Km. de radio en la que tan solo habitan unas 30.000 personas. La región es rica en hevea brasilensis, árbol del caucho, por lo que a principios de siglo Eirunepé se convirtió 'en el centro del comercio de este preciado producto. Le afectó la crisis del caucho como a todos los productores brasileños y tuvo una ligera recuperación cuando los Estados Unidos necesitaron aumentar la producción de caucho en la Segunda Guerra Mundial y organizaron una gran operación llevando trabajadores de todos los lugares de Brasil y asegurando la compra de la producción. Es la época que se conoce como delos soldados del caucho. Hoy en día aunque se mantiene la producción de caucho, no es rentable, y la región sobrevive del aprovechamiento de la madera. Recientemente se ha descubierto en la zona el mayor yacimiento mundial de gas natural, aunque todavía no se encuentra en explotación. El río Juruá, de aguas blancas y recorrido sinuoso inunda las tierras bajas durante seis meses al año. Es la principal vía de comunicación en la región, ya que aquí no existen carreteras. Además es la principal riqueza de la región por la espectacular abundancia de pesca de sus aguas y por el limo que año tras año deposita en las orillas fertilizándolas. El principal problema de Eirunepé deriva de su aislamiento. El abastecimiento de productos se realiza mediante balsas que llegan de Manaus tras 20 días de travesía. Las mercancías perecederas llegan de Río Branco en pequeñas avionetas. La ciudad cuenta con un hospital, pero tan solo un médico, no porque no haya presupuesto, sino porque ningún facultativo quiere ejercer en un lugar tan aislado. Esa lejanía es la que hace de Eirunepé un lugar singular donde se ha mantenido intacto el equilibrio natural y las tradiciones de indios y caboclos. Gran parte de la población vive en las márgenes del Juruá o de sus afluentes, son los "ribeirinhos" o "caboclos", antiguos soldados del caucho o sus descendientes que han pasado a cultivar la tierra para subsistir. Por suerte para ellos el ecosistema de varzea es generoso para la agricultura. Además existen aldeas de dos tribus indígenas rivales, los Kanamarí y los Kulina. Llegar a Eirunepé no es fácil. No existe carretera y desde Manaus en barco de línea ("recreio") la travesía dura unos 20 días (la mitad si se hace el recorrido a la inversa). En estas condiciones los más práctico es llegaren los pequeños aviones de la compañía local TABA desde Manaus (4 horas de vuelo sobre un dosel de selva ininterrumpida) o desde Río Branco, capital del Estado de Acre con la compañía TAVAJ o en taxi aéreo.